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Hablando de amigos

Lic. Javier Sánchez/Director Ejecutivo Hombres de Valor * Familia y Valores * P/C Global Coaching. |
Hablando de amigos

Primero: Los amigos se preocupan por venir sin que se les pida que lo hagan. Los verdaderos amigos aparecen cuando alguien que aman está sufriendo de veras. Los amigos no necesitan una invitación especial. Ellos vienen espontáneamente. Así de sencillo: si un amigo suyo sufre un serio problema de salud y usted se entera de que está en un hospital al otro lado de la ciudad, no pasa mucho tiempo sin que usted vaya allá. Usted no espera una invitación. De la misma manera, nadie es jamás invitado a un funeral. Decimos que vamos porque estamos presentando nuestros respetos. Asistimos por respeto y por iniciativa propia.

Segundo: Los amigos se conduelen y consuelan. Condolerse entraña identificarse con el que sufre. Los amigos hacen eso. Se asocian con el sufrimiento de la persona, con el propósito de sentir su angustia y de ser tocados personalmente por el dolor. Consolar es intentar aliviar el dolor, ayudando a hacer más liviano el sufrimiento. El amigo se preocupa por hacer cosas para que la persona se sienta mejor, como, por ejemplo, se ocupa de cuidar a los niños, prepara comidas, ayuda en todo lo que puede, porque quiere consolar a esa persona. La palabra condolerse… significa literalmente “menear la cabeza o mecer el cuerpo de un lado a otro” como señal de dolor compartido… Consolar… es tratar de aliviar el dolor más profundo causado por una muerte o tragedia…

Tercero: Los amigos expresan abiertamente la profundidad de sus sentimientos. Los amigos tienen la manera de hacer eso. No es raro ver parado cerca a un amigo en la habitación de un hospital reprimiendo las lágrimas. No es extraño que un amigo exprese sus sentimientos profundos. Los conocidos casuales normalmente no hacen eso, pero los amigos verdaderos expresan sus sentimientos.

Cuarto: Los amigos no se sienten ofendidos por una escena desagradable. Por el contrario, se acercan lo más que pueden. Los amigos no se ofenden porque un cuarto huela mal. Los amigos no se echan a correr cuando la persona a quien han venido a visitar ha sido reducida a un esqueleto de lo que era antes, pesando sólo la mitad de lo que pesaba antes. Los amigos ven más allá de eso. No se marchan porque nuestro mundo se nos ha venido abajo y estemos desesperados. Por el contrario, eso los acerca más.

Quinto: Los amigos entienden, y por eso hablan muy poco. En su libro titulado “Tenga Paciencia”, el autor Warren Wiersbe escribe acerca de esto: “La mejor forma de ayudar a las personas que sufren es simplemente estar con ellas y decir muy poco o nada, haciéndoles así saber lo mucho que nos importan. No trate de explicarlo todo; las explicaciones nunca curan un corazón destrozado.”

Última actualización: 14/02/2025