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La recolección de café en Grecia, años 1960

Lic. Edgar E. Alfaro Vargas/Abogado y Notario Público. |
La recolección de café en Grecia, años 1960

Siendo aún estudiante de la Escuela Simón Bolívar de Grecia, recuerdo que en los años de 1960, muchos de los niños que estábamos en la Escuela, aprovechábamos las vacaciones de fin de año, que iniciaban a fin de noviembre, para ir a ´´coger ´´ café.

En mi caso, yo iba a coger café en las fincas de mi Tía Margarita Araya Ballestero, una ubicada en Santa Gertrudis Norte, costado norte de la Iglesia, y la otra en donde hoy está la Escuela ABC, por la Cámara de Productores de Caña.

Ir a recolectar café era todo un ritual, había que alistar la ropa, pantalón y camisa largos, para evitar las picaduras de los mosquitos y la ortiga de los gusanos.

Además, la Mamá alistaba el almuerzo en la noche y lo ponía en la portavianda, que eran cacerolas sobrepuestas, que se usaban para llevar la comida. En una cacerola iba el arroz y los frijoles, en otra la carne, el huevo, plátano maduro, tortillas, se envolvía la comida en hojas de plátano, toda la comida sabía a manjares que no se cambiaban por nada.

A eso de las 9 de la mañana se almorzaba debajo de un árbol, de una mata de café arábigo, luego a seguir recogiendo café en la ´´ calle´´ asignada. Una calle, era las matas de café sembradas a lo largo de unos 30 ó 40 metros de largo, en algunas calles se metían las hijuelas que eran calles más pequeñas que se metían entre las calles largas.

Al final de la tarde, cerca de las 4 pm se comenzaba a medir los sacos de café recogidos. Se media por cajuelas y se pagaba a un colón la cajuela.

También se medía el café por cuartillos, y se pagaba a veinticinco céntimos.

Se hacía el pago cada semana, los sábados. Cuando se medía se daban fichas, o se apuntaba en una libreta y el sábado se sumaba la cantidad de cajuelas cogidas y se pagaba en efectivo

Realmente, era una fiesta en el cafetal los sábados por el pago de la recolección del café, nuestro grano de Oro.

Aún recuerdo esos bellos momentos que pasé en los cafetales de mi tía Margarita, aunque más de una vez me ortigaron los gusanos llenos de pelillos.

Mi admiración y respeto a los que trabajan cuidan con esmero sus fincas de café y nos brindan esa deliciosa bebida nacional.

Última actualización: 06/02/2025