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Repensémonos

Luis Ángel Salazar Oses/Correo: panga07@gmail.com |
Repensémonos

Dentro de doscientos millones de años la deriva continental volverá a unir nuestro mundo, ¿por qué no nos adelantamos un poco y volvemos a unir la humanidad? Nunca como hoy ha sido más urgente hacerlo, nunca como hoy se han dado las condiciones para lograrlo y nunca como hoy lo ha exigido nuestra natural esencia vital cooperativa. Repensémonos.

¿Podemos prescindir de quienes fabrican nuestros zapatos, nuestra ropa, de quienes realizan la higiene de nuestras ciudades, de quienes hacen posible la producción y suministros de los productos agropecuarios y pesqueros que consumimos, de quienes nos suministran la energía eléctrica y hacen posible nuestras telecomunicaciones, de quienes velan por nuestra salud, dictaminan nuestra enfermedades y recetan tratamientos, de quienes nos dotan de las medicinas apropiadas que nos curan, de quienes hacen  posible los avances científicos y tecnológicos que hoy ya nos son indispensables, de quienes cotidianamente nos informan de quienes  nos educan, de quienes construyen y mantienen nuestros hogares, de nuestros seres queridos...y de los otros, en fin, de los demás seres humanos?

¿Podremos prescindir de las fuentes naturales, de las materias primas de las que en todo aspecto han sido, son y serán los fundamentos de toda civilización humana ayer, hoy y mañana, del aire, del agua, del sol en fin, de los orígenes de nuestra vital energía? Obviamente no podemos prescindir de nuestros semejantes esto es, de la Humanidad, ni de nuestra Madre Nutricia la Naturaleza, sencillamente porque no somos autosuficientes y, en todo momento dependemos de ambas para estar vivos y, ni qué decir, para desarrollarnos plenamente, por cierto que, en conjunto o nada.

¿Por qué si somos absolutamente dependientes de las y los demás seres humanos y de la Naturaleza, hoy les tratamos tan mal? ¿Por qué a nuestros semejantes los vemos como reales o potenciales enemigos, separándonos de ellos mediante todo tipo de alarmas y demás protecciones y, a nuestro imprescindible medio ambiente lo envenenamos, lo sobreexplotamos, en fin, lo destruimos tan irracionalmente? En vez de amarnos nos odiamos los unos a los otros y, a nuestra Casa Grande la destruimos por sus bases mismas cotidianamente ¿Por qué?

Después de un largo proceso evolutivo empezamos a ser humanos pensantes, comprendimos que habíamos alcanzado esta etapa gracias al trabajo que efectuábamos para obtener de la naturaleza de la que proveníamos y que, trabajo mediante, nos daba abrigo, alimentos instrumentos que multiplican nuestros esfuerzo y, que así, seguiríamos  mejorándonos infinitamente. Entendimos también que el trabajo realmente impulsor del progreso integral es el humano. Pues bien, pronto empezaron las luchas por los medios de producción y, pronto también, quienes triunfaron entendieron que, en vez de matar a los vencidos, lo mejor era convertirlos en fuente de trabajo a sus servicio, en esclavos. Conclusiones lógicas para ese momento histórico de aún muy precarios medios de trabajo, y proto desarrollo científico y tecnológico que, conforme estos fuesen perfeccionados por los seres humanos, debiesen perder toda vigencia. Pero no fue así, más bien a partir de esas erradas conclusiones. se estableció y, naturalmente con las adecuaciones formales -no esenciales- marcadas por el evolucionar histórico, se mantiene hasta hoy, la división de la Humanidad en dos clases: la de los dueños de los medios de producción -explotadores- y la de quienes carecen de ellos: trabajadores dependientes de un salario y, de una forma u otra, explotados.

Los dueños de los medios de producción acumularon capital, con el que diversificaron sus medios de obtener ganancias -agropecuarias, industriales, financieras, etc., y, mediante el manejo directo o indirecto del poder político, Estado por ejemplo, y cultural -educación, religión, medios de comunicación, etc, etc-, se garantizaron su dominio. De esta forma dictaron las tesis de que el ser humano es el rey de la creación y que la competencia sin límites -"hombre lobo del hombre" -ellos son por cierto, el lobo-, es el estado social natural.

Toda esta autodestructiva locura constituye hoy, en el colmo de la misma, el Sistema Capitalista Neoliberal que actualmente predomina en el mundo y que es Homicida - mata a la Humanidad que somos-, Ecocida -mata a la Madre Naturaleza de la que dependemos esencialmente-, Plutocrático -gobierno de los ultraricos nacionales y transnacionales-, Cleptocrático -gobierno de los mega ladrones y, Patriarcal, esto es, de quienes se autoproclaman los supremos dictadores -"machos alfa"-, de nuestras normas de convivencia ético jurídicas, cuya hipócrita "súper moral" y "legislación suprema", solo sirven para defender el estado de cosas que les conviene como oligarquía hegemónica que son que son. Por esto estamos en la antesala de nuestra desaparición como especie y de nuestro hábitat natural como casa grande. Este absurdo es tal que, gracias a la manipulación que sobre nuestras mentes ejercen hoy sus grandes medios de manipulación ideológica arriba anotados, como víctimas, ayudamos constantemente a nuestro victimario -este maldito Sistema-, a victimizarnos.  Por eso nuestro llamado a repensarnos, a entendernos como esencial y absolutamente  Humanitaritas, Ecologistas, Demócratas Participativos y Solidarios.

Debemos rechazar frontalmente las antinaturales e irracionales tesis que sostienen las argollas hegemónicas  de ciertos países que se autoproclaman "el Pueblo poseedor del "destino manifiesto" o, peor aún, "Pueblo escogido", por inexistentes deidades, para dominar el mundo. Hoy más que nunca debemos apoyar e impulsar, quienes defendemos un mundo de auténticos seres humanos solidarios, esencialmente unidos a nuestra Madre Naturaleza y, conviviendo en medio de una auténtica democracia que solo puede ser participativa, a nivel mundial la defensa, fortalecimiento y ampliación de organismos como los BRICS Plus, que pretenden establecer precisamente un mundo multipolar, fundamentado en  el mutuo respeto a la soberanía y autodeterminación de los países y, que fomentan el mutuo apoyo y colaboración a fin de que cada país se desarrolle según lo determine su Pueblo; a nivel regional entidades como la CELAC -unión de los países de América Latina Caribe incluido- y, acá en Costa Rica, al Gran Frente Amplio, conformado por el FA orgánicamente unido con el Pueblo y sus auténticas organizaciones comunales, sindicales, cooperativas. religiosas auténticas, estudiantiles, etc, etc, jamás con los partidos politiqueros que, reformismo más fascismo menos, esencialmente representan camuflada o descaradamente a la Plutocracia Cleptocrática dominante. Repensémonos racional, rigurosa y profundamente y, nos entenderemos como la Humanidad ubicada en el momento histórico preciso para salvarnos como especie, en la medida desde luego en que también salvemos a nuestro medio ambiente, si no entendemos esto y no actuamos en consecuencia, simplemente desapareceremos llevándonos, como la tortuga a su vital caparazón, a nuestro hábitat natural hacia nuestra cataclísmica tumba, Despertar, informarnos, unirnos, organizarnos, empoderarnos, movilizarnos y convertirnos en Poder Popular para luchar, así constituidos, por la paz integral fundamentada en la justicia plena económica, política, social, cultural y ecológica.

Última actualización: 29/01/2025