Fanal para Grecia (V PARTE - FINAL)
Comentábamos en nuestro artículo anterior, acerca de la desvirtuado que se encuentra el monopolio de la fabricación de alcohol a través de la FANAL. Sin embargo, el monopolio de la FANAL sigue más vigente que nunca, de derecho, aunque no de hecho. No se ha aprobado ninguna ley que diga explícitamente lo contrario y que incluya la frase: “se elimina el monopolio de alcohol en Costa Rica”.
Entre los últimos hechos tendientes a modificar la ley estuvo el proyecto No. 17,090, denominado “Ruptura del Monopolio de la Fábrica Nacional de Licores”, siendo uno de los principales argumentos la “tendencia de contradicción y juego moral que coloca al Estado costarricense en una difícil situación, pues ha debido desarrollar instituciones como el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) para promover la prevención del alcoholismo y el Instituto Nacional de la Mujer (INAMU) y demás instituciones para enfrentar los problemas familiares en gran parte ligados al consumo de alcohol, mientras que la Fábrica Nacional de Licores (FANAL) le proporciona recursos económicos que el Estado no está dispuesto a abandonar ni tampoco a sustituir hasta el momento”. Sin embargo, el argumento es falaz, porque pretende hacer creer que problema del alcoholismo lo provoca solamente las bebidas etílicas producidas por la FANAL, cuando también está la industria cervecera, y la importación de licores y vinos de todo tipo. Este proyecto de ley tampoco avanzó, como ha ocurrido a lo largo de los más de 160 años de la FANAL y fue desechado por los diputados, por unanimidad, en la Sesión Ordinaria No. 33, del 22 de setiembre de 2009. Aunque el proyecto se desechó, ya había entrado a la corriente legislativa el expediente No. 16,987, que denominado “Apertura del monopolio de la Fábrica Nacional de Licores y democratización de su propiedad”, que en esencia es similar al anterior, pero que en el tema de “democratización de su propiedad”, pretendía trasladar la Fábrica a los trabajadores y al sector cooperativo cañero. Al respeto la Contraloría General de la República ha dicho que esta pretensión no es conveniente dada las experiencias similares que se tuvieron con empresas como FERTICA y CEMPASA que terminaron en manos de grandes accionistas.
Como respuesta a estos proyectos fallidos, la diputada Julia Fonseca, de Grecia, y otros diputados presentaron, en julio de 2011, el proyecto de ley denominado “Modificación del capítulo IX de la Ley No.2035, Ley Orgánica del Consejo Nacional de Producción, para conceder personalidad jurídica instrumental a la Fábrica Nacional de Licores” (expediente No. 18,202) sin embargo, también se archivó.
Pero no solamente la fabricación y exportación de alcoholes por parte de empresarios privados ha afectado a la FANAL, sino que también las importaciones, pues era uno de los objetivos primigenios de la Fábrica, sin embargo, la Procuraduría General de la República ha dicho que esta regulación no es potestad de la Fábrica sino del Poder Ejecutivo, y de igual forma la importación de licores no tiene restricciones, pues esto favorece la libre competencia y la libertad de comercio. Pero ha sido también la misma Procuraduría General de la República la que ha puesto al descubierto el desorden administrativo y financiero que ha tenido la FANAL en los últimos años y que pareciera que el mismo etanol se ha introducido en los teclados, escritorios y en quienes la administran, pues no son pocas las falencias que la Procuraduría le señala a la FANAL en el Informe del año 2010 sobre algunas cuentas de los estados financieros de la Fábrica Nacional de Licores (FANAL).
Más recientemente, en el año 2013, surgió un movimiento, a nivel nacional, pero iniciado en Grecia, a través de una organización popular denominada Foro Cívico Griego, en defensa de la FANAL y en contra de la concesión. El presidente ejecutivo en ejercicio del Concejo Nacional de Producción, William Barrantes, anunciaba la quiebra inminente de la Fábrica aduciendo, esta vez, que han sido los mecanismos establecidos por la Ley, sobre Comercialización de Bebidas Alcohólicas, los que han permitido una reducción muy significativa de las ventas de la FANAL, a tal punto de que la única salvación que ven las autoridades del CNP es ceder la administración a una empresa privada. Las cifras indicaban que se pasó de vender en 2010 cerca de un millón de cajas, a doscientas mil cajas en el 2012, a pesar de los infructuosos esfuerzos de las campañas de mercadeo.
Iniciábamos esta serie de artículos sobre la FANAL haciendo referencia a la entrada en vigencia de La ley de Fortalecimiento de la Finanzas Públicas, que incluye un eje de ahorro en las finanzas públicas. Decíamos que, como parte de la reducción del gasto público, se espera que el gobierno realice una revisión de las instituciones públicas para identificar aquellas que tienen procesos similares o que son ineficientes, con el fin, precisamente, de buscar la mayor eficiencia al más bajo costo, en beneficio de la colectividad. Dentro de las 330 instituciones públicas que forman el Estado costarricense, según el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN), se encuentra la Fábrica Nacional de Licores (FANAL) que, a la vez, está adscrita al Consejo Nacional de Producción (CNP).
Y este hecho, el de pertenecer el CNP, es el mayor problema financiero de la FANAL, pues cerca del 50% de la carga salarial de esa institución depende de la Fábrica.
Ante este panorama y el acontecer histórico de la Fábrica, es importante que los griegos tomemos partido. El desarrollo de Grecia se debe, en gran parte, a la democratización de la economía, gracias a la presencia de la Cooperativa Victoria. Pero además de esta, existen otras formas instituciones de economía social como COOPEGRECIA, COOCIQUE, COOPETACARES (ahora Coopealianza), así como la Mutual de Ahorro y Préstamo, asociaciones solidaristas, entre otras. Es decir, la economía social forma parte del ADN de los griegos. Es por esta razón, que la FANAL debe pasar a manos del sector cooperativo, pero esta vez traspasándola a la Cooperativa Victoria con todos sus activos, incluyendo sus empleados, quienes serían también socios de la Cooperativa. El traslado a la Cooperativa tendría que hacerse mediante una ley específica, que también autorice a la Cooperativa a utilizar como materia prima sus propios productos, como la melaza, así como usar el azúcar para la fabricación de otros productos tales como confites, bebidas carbonatadas, entre otros, y que este (el azúcar) no esté bajo el control absoluto de la LAICA. También, debería eliminarse el monopolio de la fabricación de alcoholes, como parte de la reactivación de la economía nacional.
Nota aclaratoria: no soy socio de Coopevictoria, ni empleado de FANAL, ni represento ningún partido político. Esta es una iniciativa muy personal que no la he discutido con ningún miembro de la Cooperativa Victoria, ni ningún funcionario de FANAL, ni con ningún congresista, por lo que debe verse solo como un aporte al conocimiento de la FANAL y la previsión de un asunto que probablemente esté cercano a revisarse.
(Literatura base consultada: Salazar, H. 2017. Cuando canta el verolís. Editorial Universidad de Costa Rica, San José).
Última actualización: 25/09/2024